El inicio de una rápida recomposición de la actividad económica sería el mejor horizonte posible para el próximo año. Pero se requerirán estímulos.
El mejor escenario para las pymes en el horizonte 2020/21, sabiendo que este año puede terminar con una caída del producto de más del 12%, sería el inicio de una rápida recomposición de la actividad económica, con un rebote de la recesión que viene del 2018 y agravado con la pandemia. No cualquier reactivación, sino una que se oriente a la mejora en la capacidad de compra de la mayoría de la sociedad, sean salarios, jubilaciones o beneficios sociales, dinamizando el mercado interno. Al mismo tiempo que, por la vía de estímulos fiscales, crediticios o cambiarios, el sector orientado a las exportaciones pueda lograr una mejor inserción global. Para esto último, e incluso para la promoción del mercado interno, se requiere recomponer la capacidad fiscal de intervención pública con una reforma tributaria progresiva, que descargue el mayor peso de los impuestos de los sectores más concentrados y enriquecidos de la economía local.
El FMI, contra las Pyme
Un segundo escenario, con las peores condiciones, estaría determinado por la continuidad del receso económico, o una leve recuperación, que no involucre a la mayoría de los establecimientos del país, es decir a las pymes. Puede haber recuperación asociada a mejoras en sectores de alta concentración, vinculados al comercio exterior y su producción primaria, del sector minero, agrario o energético, o de armaduría industrial para el mercado mundial, o incluso a las finanzas, que no necesariamente derraman al conjunto social, y mucho menos al sector de la pequeña y mediana empresa. En este marco se inscriben las presiones de las negociaciones con el FMI que incluirán propuestas de ajuste que afectarán la recuperación del mercado interno y, además, las temidas reformas estructurales, laborales y previsionales que afectarán la capacidad de gasto de la mayoría afectada por mermas de ingresos populares.
Inserción mundial
Un tercer escenario intermedio podría presentarse con un rebote leve, que prolongue en el tiempo una plena recuperación, aun cuando el ciclo de la caída productiva y de los intercambios comience a revertirse. En estas condiciones, el acento debe concentrarse en la recuperación de la producción destinada al mercado interno, una ampliación del empleo y la regularización de la macro, al tiempo que se favorezca el aliento a políticas activas para la promoción de las pymes. En este escenario, el más probable de los tres, habrá que favorecer la inserción mundial de las pymes con una mayor articulación con ámbitos de ciencia y técnica que acerquen el saber profesional a una dinámica de innovación creativa entre las pymes. En cualquier situación, las pymes necesitan políticas de asistencia y promoción pública que aseguren su papel esencial en la resolución del empleo.
Por Julio C. Gambina